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Terapia desde la

Cercanía y
Calidez humana

Áreas de
Tratamiento

Ansiedad

El corazón va a mil por hora, tienes la boca seca, sudoración, la cabeza funcionando como una lavadora…. ¿Te suena? Todo esto es ansiedad. La ansiedad es la respuesta que nuestro organismo pone en funcionamiento cuando considera que hay una amenaza para así poder hacerle frente. Como cualquier emoción todos la hemos experimentado en algún momento y es fundamental para nuestra supervivencia. El problema viene cuando se activa ante situaciones que en sin mismas no son una amenaza. En este momento aparecen sensaciones físicas intensas y pensamientos recurrentes desagradables y alarmantes. La ansiedad puede llegar a impedirnos vivir nuestra vida como queremos y de manera sana, en terapia buscamos herramientas para poder gestionarla y recuperar nuestra estabilidad emocional!

Depresión y bajo estado de ánimo

Cuando sentimos una tristeza profunda, no somos capaces de disfrutar de aquella cosas que normalmente nos ilusionaban, estamos cansados y parece que todo nos cuesta un mundo, incluso las cosas que consideramos mas pequeñas, nos sentimos culpables y responsables por lo que nos pasa o lo que pasa a nuestro alrededor, estamos hablando de un episodio depresivo. Atravesar un episodio depresivo o presentar un bajo estado de ánimo hace que nuestra vida se quede en pausa, es muy desagradable y nos lleva a ver la peor versión de nosotros mismos, nuestro entorno y lo que vendrá en el futuro. Desde terapia reducimos el malestar emocional localizando cuales son esos pensamientos “trampa” para aprender a identificarlos y poder darles la vuelta hasta unas creencias mas sanas y realistas.

Trauma y terapia emdr

Un trauma psicológico es la respuesta que se produce cuando una persona vive un suceso o situación inesperado y muy estresante en el que se siente miedo y que le ha supuesto un problema, en tanto que genera emociones muy intensas que la persona no es capaz de asimilar o controlar, rompiendo de esta manera el bienestar emocional de la persona. En definitiva, es la respuesta que nuestro organismo pone en marcha ante eventos que sobrepasan nuestra capacidad para afrontarlos (rupturas amorosas, humillaciones, situaciones de desamparo, abusos de todo tipo…). El cómo afectan a la persona dependerá del momento en el que ocurre, si se ha mantenido en el tiempo y la historia personal de cada uno. La terapia EMDR es muy eficaz en el tratamiento de traumas y trastornos derivados de éstos.

Toc y personalidad obsesiva

Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan como intrusas o no deseadas y que causan ansiedad y malestar. Las personas que sufren estas obsesiones intentan ignorarlas, suprimirlas o neutralizarlas con algún otro pensamiento o acto: las compulsiones, comportamientos o actos mentales repetitivos que la persona realiza como respuesta a una obsesión. Las personas que padecen un trastorno obsesivo-compulsivo tienen a menudo síntomas depresivos, ansiosos y una personalidad obsesiva. El tratamiento consiste en enseñar a la persona a identificar sus obsesiones y las compulsiones que las acompañan para entrenar estrategias que le permitan estar en contacto con la obsesión sin necesidad de llevar a cabo la compulsión. La terapia tiene como objetivo adoptar un pensamiento más flexible que le permita ser más transigente consigo mismo y hallar un equilibrio entre la necesidad de control y la relajación.

Terapia de pareja y terapia sexual

Las relaciones de pareja pasan por diferentes etapas a lo largo de las cuales pueden suceder muchas cosas. La mayor parte de las veces somos capaces de adaptarnos y resolver  los cambios o dificultades que van apareciendo. Otras veces, la pareja no encuentra la manera de estar bien y es normal sentirse perdidos o desconectados de nuestro compañero/a sentimental. Lo que tratamos de conseguir en terapia de pareja es, primero, generar un espacio donde los miembros puedan expresar cómoda y libremente lo que sienten y piensan para identificar y reconocer el problema, comprender las pautas de funcionamiento y finalmente modificar sus actitudes. La terapia de pareja no solo se encarga de solucionar conflictos para que disfruten de una relación amorosa estable y satisfactoria, sino que también se ocupa de tratar casos en los que la mejor solución es una separación, acompañando y orientándoles en el proceso para que sea lo menos traumático posible

Dependencia emocional

Hablamos de dependencia emocional cuando sabemos que lo más sano para uno mismo es dejar la relación de pareja pero sentimos que no podemos dar ese paso porque creemos que necesitamos a esa persona en nuestra vida, que nos sentiremos peor sin ella o que no podremos afrontar el mero hecho de pasar por la ruptura. Situaciones que pueden darnos la pista de que se está manifestando esa dependencia son el ver que mi pareja no tiene el mismo proyecto futuro que yo, no tiene sentimientos hacia mí o no nos estamos tratando bien y, a pesar de todo, continuar en la relación. Nuestro objetivo en consulta es dotar a la persona de herramientas que le permitan tener una visión diferente de mí mismo/a, de su pareja, de las relaciones y de la vida sin pareja para que, de esta manera, decida lo que decida, encuentre el bienestar emocional.

BAJA Autoestima

La autoestima es la valoración o juicio que una persona hace de sí misma, creencias relacionadas con nuestra propia percepción que se van desarrollando a lo largo de toda nuestra vida a través de los mensajes que recibimos del exterior, de la influencia de nuestro entorno y de las experiencias que vivimos y cómo las interpretamos. Una persona que tiene la autoestima baja es aquella que no tiene respeto por sí misma y que puede llegar a despreciarse. Esto habitualmente va acompañado de apatía, no tener ganas de cuidarse a sí misma, aislamiento, bajo estado de ánimo, ansiedad… También hace que busquemos la aprobación de los demás, que no sepamos decir no y defender nuestros límites, que nos cueste relacionarnos y que los cambios supongan un problema. En terapia trabajamos con el paciente en recuperar su amor propio y avanzar en el equilibrio de quererse a uno mismo y mejorar su enfoque emocional y social.

Duelo

El duelo es el proceso psicológico al que nos enfrentamos tras una pérdida, una ausencia, una muerte o un abandono. Las pérdidas pueden ser muy diversas: fallecimiento de un ser querido, rupturas de pareja, cambios de domicilio, cambios de estatus profesional, procesos de enfermedad… Y aunque podamos entender la pérdida como parte natural de la vida, este proceso se acompaña de diferentes síntomas como la ansiedad, el miedo, la culpa, la confusión y la tristeza profunda… Todos reaccionamos de forma diferente a la pérdida y echamos mano de nuestros propios mecanismos para sobrellevar el dolor que ésta conlleva. De la misma manera que no hay duración “normal” del duelo. La terapia puede ayudarnos a manejar de forma más productiva el temor, la tristeza, el sentimiento de culpa o la ansiedad y así poder adaptarnos a la realidad donde esa persona ya no está.

Psicología perinatal

La psicología perinatal es la rama de la psicología encargada de ocuparse de la prevención, cuidado, apoyo e intervención de las manifestaciones emocionales de la mujer en la gestación y la crianza del bebé. Debido a importantes cambios fisiológicos y neuroendocrinos, así como otros factores psicosociales, la mujer experimenta en esta etapa de su vida grandes cambios emocionales. Por desgracia, culturalmente se nos ha vendido una imagen de la maternidad que no corresponde en muchas ocasiones con la realidad que estamos viviendo y eso suma una inmensa culpa y sentimientos de ineficacia. La prevención e intervención sobre estos cambios emocionales y la promoción de la salud mental en la mujer en este momento vital, conseguirá el desarrollo de un buen vínculo emocional entre madre y bebé, así como vivir la maternidad de una manera más libre y satisfactoria.

    Terapia EMDR

    Uno de los tratamientos más eficaces para recuperarse de un trauma

    La terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR) está considerada por la Organización Mundial de la Salud como uno de los tratamientos recomendados para los trastornos relacionados con el trauma. Nuestro cerebro tiene la extraordinaria capacidad de autosanarse y siempre estará programado para protegernos. Pero también es cierto que, aunque las experiencias traumáticas se pueden gestionar y resolver espontáneamente, en ocasiones es posible que no se procesen bien sin ayuda. Las respuestas al estrés son parte de nuestros instintos naturales de lucha, huida o congelación. Estas respuestas se activan ante algo que vivimos como amenazante y se desactivan cuando sentimos que el peligro ha pasado. Sin embargo, cuando ocurre algo que supera la capacidad del cerebro para procesarlo, estas respuestas siguen activas, y las imágenes, pensamientos y emociones perturbadoras pueden generar una sensación abrumadora de estar de vuelta en ese momento que no podemos superar. La terapia EMDR ayuda al cerebro a procesar estos recuerdos y permite que se reanude el proceso de curación natural que quedó interrumpido. La experiencia aún se recuerda, pero la respuesta de lucha, huida o congelación asociada a la situación pasada se resuelve. El trabajo con EMDR consiste, en primer lugar, en acordar con el paciente los temas a trabajar para ir accediendo después a cada recuerdo relevante relacionado con el suceso traumático, prestando atención a una imagen negativa, creencia, emoción y sensación corporal que esté relacionada con este evento, y luego a una creencia positiva que suponga un cambio de perspectiva respecto a la experiencia. La terapia EMDR se puede usar como una intervención puntual integrada en una psicoterapia más verbal o como un tratamiento en sí mismo.

    Fuente: Asociación Española de EMDR.
    trastornos mentales y emocionales

    Perspectiva
    COGNITIVO CONDUCTUAL

    Un enfoque que funciona para que funciones
    La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es la terapia con mayor aval científico a la hora de tratar una gran variedad de problemáticas tanto en la adultez como en la población infanto-juvenil. Esto de sebe a la extensa tradición y estudios que hay sobre ello. La TCC entiende que nuestros pensamientos, emociones y comportamientos están interconectados y que podemos cambiar nuestra forma de pensar y de actuar para mejorar nuestro bienestar emocional y nuestra calidad de vida. Es un proceso estructurado que comienza con la evaluación del paciente. El terapeuta y el paciente trabajan juntos para identificar los problemas emocionales o de comportamiento que el paciente está experimentando y a continuación, establecen objetivos para la terapia. Se trata de un trabajo en paralelo, por un lado en identificar los patrones de pensamiento “negativos” irreales, insanos, que pueden estar afectando el estado emocional del paciente. Cuando nos encontramos mal se estable el caldo de cultivo perfecto para que en nuestra cabeza aparezcan las llamadas distorsiones cognitivas, creencias insanas, a menudo irreales y no funcionales y que afectan directamente a nuestro plano emocional y por ende a nuestra conducta. El objetivo de la terapia es ayudar al paciente a identificar estos patrones y a cambiarlos por otros más funcionales y adaptativos para mejorar su bienestar emocional. Por otro lado se trabaja la parte conductual, ofreciendo pautas que sean más adaptativas a la hora de gestionar situaciones, emociones… Valorar de que manera podemos hacer las cosas diferentes para que nos ayude a desatascar la situación y no siga retroalimentando el bucle de pensamientos y emociones en el que estamos inmersos. Los objetivos que se consiguen con este tipo de terapia son muy relevantes, logra que las personas identifiquen sus pensamientos, las emociones que surgen y por tanto la conducta resultante. El ser consciente de como funcionamos, darnos el permiso y comprenderlo ya es terapéutico pero además dota de control a la persona para poder implementar un estilo de funcionamiento más adaptativo y sano. La terapia cognitivo-conductual se utiliza en un amplio espectro de problemas relacionados con la salud mental, desde trastornos de ansiedad, depresión, trastornos alimentarios, el trastorno obsesivo-compulsivo, pero también en casos de estrés crónico, baja autoestima, problemas emocionales y el miedo. Nuestro objetivo es trabajar con las personas estableciendo metas, identificando los problemas, realizando tareas, dando soporte psicológico y estableciendo un seguimiento. Buscamos dotar de herramientas a nuestros pacientes para que aumente su capacidad de detectar problemas, reconocer esos pensamientos automáticos negativos e insanos y fortalecer las habilidades aprendidas en terapia para ocasiones futuras. Como terapeutas, en Amaranta Psicología, aplicamos este enfoque utilizando una serie de métodos y técnicas eficaces en el desarrollo de la terapia cognitivo-conductual con muy buenos resultados. Trabajamos con las personas estableciendo metas, identificando los problemas, realizando tareas, dando soporte psicológico y estableciendo un seguimiento. En poco tiempo comienzan a mejorar y aprenden ejercicios que si ponen en práctica, les servirán de apoyo para resolver situaciones similares en el futuro. Con frecuencia aumentan su capacidad para detectar sus problemas, reconocer pensamientos negativos y fortalecer sus habilidades aprendidas en terapia.

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